
La clave para el potencial de los datos de producción: contextualización
Hoy en día, las fábricas están empezando a recopilar grandes cantidades de datos procedentes de sensores, máquinas y otros sistemas con el objetivo de optimizar procesos y mejorar la producción. Sin embargo, los datos en bruto por sí solos no son suficientes. Aquí es donde entra en juego un componente clave: la Contextualización de los Datos.
¿Qué es la Contextualización de los Datos?
La contextualización es el proceso de analizar los datos dentro de su entorno de información para obtener conocimientos y tomar decisiones informadas. En la industria, la contextualización implica recopilar datos de diversas fuentes, correlacionarlos y analizarlos para obtener información relevante sobre los procesos de producción.
Al analizar los datos en su contexto, las operaciones pueden identificar patrones, tendencias y anomalías que podrían no ser evidentes en los datos en bruto. Además, la contextualización permite detectar las causas raíz de los problemas e implementar acciones correctivas.
Beneficios y Funcionamiento de la Contextualización
La contextualización es un catalizador para transformar datos en conocimiento accionable. A continuación, se presentan algunas formas prácticas de aplicarla y los beneficios que puede aportar:
- Identificación de patrones y tendencias: Mediante el análisis contextual, es posible descubrir patrones en los datos que indiquen oportunidades para mejorar la eficiencia de la producción o prever problemas antes de que ocurran.
- Automatización e integración de datos: Sistemas como ERP, planificación o MRP pueden utilizarse para añadir contexto de forma manual o automática. Por ejemplo, enviando órdenes de fabricación, especificaciones de producción e información de operarios directamente a los equipos.
- Diagnóstico de anomalías: Al correlacionar datos como tiempos de parada, tipos de rechazos y alarmas activadas, se pueden identificar desviaciones en el rendimiento y actuar rápidamente para corregirlas.
- Análisis de causas y toma de decisiones informadas: El acceso a un contexto detallado facilita el análisis de las causas raíz de los problemas, permitiendo tomar decisiones más precisas y eficaces, como la formación de operarios o ajustes en los procesos de producción.
Un Ejemplo Práctico de Contextualización
Imagina una situación en la que una máquina tiene un tiempo de inactividad superior al de otras máquinas similares. ¿Cómo puede ayudar la contextualización a encontrar la causa raíz?
Con el análisis contextual, puedes responder preguntas como:
- ¿Cuándo ocurrieron las paradas?
- ¿Cuándo comenzaron?
- ¿Cuál es la diferencia de tiempo de parada con respecto a otras máquinas?
- ¿Qué productos fabricó?
- ¿Quién puede saber qué sucedió?
- ¿Qué tipos de paradas se registraron?
- ¿Qué alarmas se activaron en ese momento?
Con estas respuestas, podrías concluir, por ejemplo, que los operarios de un turno específico no recibieron la formación adecuada para realizar la configuración correctamente, lo que resultó en tiempos de inactividad más largos. La solución sería una acción correctiva para capacitar al equipo y reducir los tiempos de parada.
Sin la contextualización, las decisiones pueden basarse en datos incompletos o inexactos, lo que lleva a errores costosos y a una menor productividad. Por otro lado, los datos contextualizados aceleran la resolución de problemas y hacen que las operaciones sean mucho más eficientes.
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